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La polémica y millonaria influencer de Ciudad del Este, Bruna Wan Kitman, quien en febrero del año pasado había sido imputada por supuestos hechos punibles contra la Ley de marcas, nuevamente está en problemas, tras conocerse la manera en que trata a sus empleados y las violaciones groseras al Código Laboral cometidas presuntamente por la misma. En algunos casos, sus empleados son obligados a trabajar casi 24 horas al día, sin derecho a descansar, y cuando reclaman alguna situación, son despedidos sin pago alguno, de acuerdo con los datos.

Una de las denuncias contra la conocida y polémica influencer Bruna Wan Kitman, propietaria de Shopping Lion de CDE, fue presentada ayer en la Dirección Regional del Trabajo, por el ciudadano Luis Miguel Sanabria Dávalos, quien se desempeñaba como custodio y chofe de la mujer. De acuerdo con los datos, el mismo trabajaba sin derecho a un día libre por semana, ni feriados, ni vacaciones. Sin embargo, la “gota que colmó el vaso” fue cuando el mismo recibió el lunes una orden de viajar en ómnibus a Asunción, en donde Bruna Wan también fija residencia, para buscarla y trasladarla en su vehículo de regreso a Ciudad del Este.

Relata el denunciante que el viaje de retorno lo hicieron a bordo del vehículo de Wan, una lujosa camioneta BMW X5 año 2021, en horario nocturno. Por el camino un animal que podría ser un perro le salió al paso y para evitar tumbar o un percance mayor, el conductor atropelló el animal, sufriendo el vehículo algunas abolladuras menores en el paragolpes. Al día siguiente, Wan llevó el vehículo al taller de su aseguradora, indicándole a su empleado que el vehículo permanecería por unos días en el taller, motivo por el cual ella alquilaría otro vehículo y que el costo del alquiler lo deberá pagar Sanabria Dávalos, por ser “el responsable de la situación”, al decir de la desatinada mujer.

Ante esta situación, injusta a todas luces, el hombre protestó airadamente, recibiendo como respuesta el despido inmediato, sin recibir pago alguno de parte de su patrona. Ante esto, el afectado radicó denuncia ante el Ministerio del Trabajo, en donde quedó fijada para el día martes 24 de enero la audiencia tripartita para tratar de encontrar una solución al caso.

Sin embargo, al llevar la notificación a su antiguo lugar de trabajo, nadie siquiera recibió el documento expedido por la oficina estatal y le señalaron apenas que “ellos solucionarían el tema” y que no le pagarían absolutamente nada, dando a entender que los funcionarios de dicha repartición oficial ya están todos comprados.

Al decir del denunciante, los empleados de Bruna Wan y su madre, la ciudadana oriental Siu Yee Lam, reciben un trato inhumano y denigrante de parte de Wan, quien los hace trabajar mucho más de las 8 horas diarias, sin percibir pago de remuneración extra alguna a cambio de sus servicios, entre otras violaciones del Código Laboral.

IMPUTADA

Bruna Wan había sido imputada en febrero del año pasado por el fiscal Julio Paredes, de la unidad especializada en la lucha contra la propiedad intelectual y el contrabando, por el supuesto hecho punible contra la Ley de marcas. Según la investigación, la procesada es propietaria del Shopping Lion, ubicado en el microcentro de la capital del Alto Paraná, y habría estado comercializando productos falsificados en el lugar.

La denuncia había sido radicada por la abogada Myriam Oberladstatter, representante legal de la marca Sweet Sweat. Y tras un allanamiento al local comercial, se requisaron 30 unidades de fajas ortopédicas de la marca en cuestión, presuntamente falsificadas. Los productos fueron remitidos al depósito del Ministerio Público, en tanto que los investigadores solicitaron al juzgado penal de garantías la pericia de los productos incautados en carácter de anticipo jurisdiccional de pruebas, confirmándose que las mercaderías eran falsificadas.

Igualmente, fuentes fidedignas de la Dirección General de Migraciones indicaron a periodistas de La Clave que la madre de Bruna Wan, la oriental Siu Yee Lam, hace más de una década se encuentra ilegalmente en Paraguay, pues sus documentos de admisión al país estarían vencidos. No obstante, gracias a su poderío económico, la mujer continúa tranquilamente deambulando por la zona, sin ser incomodada por los funcionarios de Migraciones.
Info: La Clave Comunicaciones