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La Red Independiente
Cacería de brujas en Itaipu.

Antes del traspaso de mando del próximo 15 de agosto, los abdistas hacen últimos pataleos para “cobrar” a funcionarios de la entidad binacional itaipu que trabajaron por la lista uno en las pasadas elecciones del 30 de abril, donde resultó ganador el candidato colorado Santiago Peña.

El resultado, fuera del presupuesto de los oficialistas dejo mal parados a algunos que se mostraban en contra de su propio partido. Este es el caso de Gerardo Soria (expulsado de la ANR hace unas semanas), quien goza de la confianza del actual presidente y tiene de “Alfred” al director general de itaipu, pidiendo cabezas a diestra y siniestra.

Así fue que varias cabezas rodaron desde las elecciones de abril, entre ellas fue el sorpresivo cambio de la asesora de comunicación social Carolina Avalos, que en su reemplazo designaron al Hno. espiritual de Marito y amigo de Soria, Juan Marcel Pereira Dávalos, un ex precandidato colorado a intendente y titular de la seccional 1 de Ciudad del Este.

La inquisición que viene de la mano de Soria también alcanzo a Leandro Nicanor Cantero, quien se desempeñaba como Superintendente de Recursos Humanos, en su lugar asumió Claudio Garcete excandidato a intendente de san José de los arroyos.

Otro cambio que huele a despecho es el de la Asesoría de turismo, donde Juan Azuaga quedo desafectado de sus funciones para que en su reemplazo ejerza el amigo incondicional de Gerardo Soria, Miguel Ángel Mendoza Alfonzo.

También cayó Derlis Fernando Galeano, Superintendente de Informática, siendo reemplazado por Pablo Daniel Fernández Pérez.

Una de la ultimas cabezas que se cobró esta cacería de brujas es la de Rogelio Acosta de Britos Jefa de División de Recursos Humanos y asume en su reemplazo Walter Luis Bordón, a quien Soria y cia estarían “premiando”.

Así acaba la gestión de Abdo en la binacional más importante del mundo, en medio de “premios y negociados”, dando tarjeta sin límites a sus adeptos para hacer lo que bien les plazca sin importarles siquiera la figura institucional que dejan tirada por el suelo.

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